Recibimos muchas consultas de mujeres a punto de cumplir 40 o que los acaban de cumplir y quieren hacer algo para mejorar su aspecto. Probablemente sea la barrera temporal que más vaivenes emocionales nos provocan relacionados con nuestro aspecto.
Nos cuentan que tienen pequeñas arrugas donde antes no tenían o que de repente ven su óvalo facial menos firme que antes. Generalmente estos son los dos primeros signos de envejecimiento que observamos a esta edad en el rostro, mientras que en el cuerpo la flacidez comienza a darnos quebraderos de cabeza y posiblemente alguna antiestética araña vascular.
Ya hemos pasado la edad de preocuparnos por el vello corporal, generalmente tenemos el tema resuelto con el láser, y la celulitis a raya con la aparatología adecuada y por eso nos preocupa el rostro y esos signos de la edad que han aparecido de un día para otro (en realidad llevan más tiempo, pero casi creemos que surgen de repente un día determinado frente al espejo).
Las mujeres en esta barrera generacional recurren a nosotras buscando soluciones. A la hora de dárselas, en primer lugar es muy importante cuidar la piel con cierta frecuencia para que luzca radiante, con tratamientos antiedad mensuales, con dos focos principales: contorno de ojos y cuello, por ser las zonas donde la piel es más fina.
En el caso de la flacidez estamos en el mejor momento para comenzar a tratarla; si hacemos Ultherapy una vez al año vamos a corregir el leve descolgamiento que haya y vamos a evitar que avance. De este modo llegaremos a los 60 años con mucha menos flacidez que nuestras madres, que no tuvieron la suerte de tener herramientas para prevenirla.
También es buen momento para tratar las microlíneas de expresión generalmente en entrecejo o frente, para evitar que esas arrugas se hagan más visibles si lo hacemos con cierta frecuencia.
Y si tenemos manchas o capilares dilatados en otoño los borramos con luz pulsada intensa o con VLaze.
Haciendo pequeños retoques la crisis se desvanece porque en realidad a los 40 años las mujeres pueden estar muy bellas cuidándose un poco y prestando atención a los detalles que les harán verse más guapas.
Sin duda suscribimos el dicho de que “los 40 son los nuevos 30”. Tenemos herramientas para mantener la juventud durante más tiempo y una mujer a los 40 años puede estar más bella que con una década menos con los cuidados adecuados.